Archidona pionera a nivel nacional en el cultivo del Pistacho

Pistachos Nazaríes

El pistachero (árbol del pistacho) se comporta de forma parecida a como lo hacen los frutos secos (almendro, nogal…) y también como un olivo por su gran longevidad (300 años) y su perfecta adaptación al clima mediterráneo de interior. Hay árboles macho polinizadores vía aire y árboles hembra productores de pistacho; por tanto, hay que contar con los dos en la plantación. Ambos son injertados.

El pistacho se adapta a cualquier tipo de suelo, y prospera mejor cuanto mejor sea ese suelo. A más profundidad y mayor calidad de suelo, mejor respuesta productiva. Sólo tiene un problema en este campo y es el encharcamiento. Si un suelo se encharca no puede haber pistachos plantados en él porque se mueren. También aguanta el secano con unas producciones más que razonables (unos 1.000 kg/ha). Climatológicamente, está adaptado a clima mediterráneo de interior con fuertes alternancias de temperaturas, como el de Archidona. Necesita muchas horas de frío (unas 1.200 al año). El largo estío también lo necesita, para asegurar el buen cuajado del fruto y el relleno completo de la semilla dentro de su cáscara.  

En Archidona en concreto, tenemos una situación curiosa respecto al pistacho, porque fue de los primeros sitios de España en tener plantaciones de pistacho, hace más de 20 años… Un solo propietario plantó 13 has en regadío. Esas estuvieron mucho tiempo solas hasta que empezaron a producir y entonces el mismo propietario plantó otras 12 has en el mismo sitio, y pocos años después plantó más de 20 has en secano en otra finca también de Archidona. Actualmente, ese propietario es de los principales industriales productores a nivel nacional, y ha salido en los medios de comunicación por ello y por ser un claro pionero de un cultivo aun por descubrir en esta comarca. No fue hasta 2012 cuando se realizaron otras plantaciones de pequeña entidad en este pueblo (4 ha en secano), y ahora en 2015 están previstas más de 20 has tanto en riego como en secano en distintas partes de nuestro término.  

La rentabilidad del pistacho actualmente es la máxima dentro de los cultivos leñosos, existiendo estudios contrastados que ponen a una plantación en terreno pobre y en secano por encima en rentabilidad a una de olivar superintensivo en regadío. Los estudios de mercado sitúan al pistacho como fruto seco con demanda creciente y estable en los próximos 30 años, por sus propiedades saludables (ácidos grasos como los del aceite de oliva, etc.), sus posibilidades culinarias y de repostería y la buena acogida entre el gran público, sin olvidarnos de que harían falta unas 40.000 has en España para cubrir las necesidades de consumo de los españoles, puesto que actualmente casi todo se importa de Irán y Estados Unidos. A sus 65 años, José Aguilar, ingeniero agrónomo de profesión, ha dedicado más de 30 años al cultivo del pistacho, convencido de que Andalucía puede liderar la producción nacional (ranking en el que actualmente ocupa un segundo puesto, por detrás de Castilla La Mancha).

El ingeniero agrónomo asegura que ha dedicado los ahorros de toda su vida al pistacho, un cultivo que «tiene un brillante porvenir en Andalucía ya que la demanda nacional y  mundial de este fruto seco es superior a la oferta», asegura. Según relata, España produce sólo el 5% del pistacho que consume, siendo «las tierras andaluzas mucho más productivas que las castellanas para el cultivo». Aguilar ha ido escalonando la reconversión con pistacho en su explotación, situada en Archidona.

José se ha embarcado en envasar bajo una marca propia su producción de pistachos, que llegan al mercado en envases de cristal o en bolsas serigrafiadas bajo el sello «Pistachos Nazaríes». De su producción total, sólo un 10% se destina al proceso de transformado y envasado, eligiendo siempre los frutos de mayor calidad, mientras que el resto de la producción se vende a granel, principalmente al mercado nacional. 

Fotografía y texto: Carmen Gémar Cuesta. 3º B. IES Luis Barahona de Soto. Archidona (Málaga).


Pistachos Nazaríes produce ya 20 toneladas al año y se prepara para abrir sus puertas al mercado exterior.

Proceso artesanal

Con una parte de su propia producción, lo más selecto de la misma, en su planta, han iniciado la producción y comercialización de pistachos tostados y muy levemente salados, que son envasados en botes de cristal al vacío, o en bolsas de plástico de distintas capacidades, en un proceso artesanal muy cuidado. 

Marina Romero, 3º A.