Pollos de
Caserío
Un
día más, como todas las demás, el gran caserío Lumagorri había abierto sus
puertas para empezar a trabajar con los pollos que estaban viviendo allá. Pero
hoy era un día distinto a las otras; el sol se escondía de vez en cuando en las
nubes, el viento suave daba alegría en los prados abiertos del monte. Iker, como
todos los demás, se había despertado junto a su familia en el granero. Hoy era
un día un tanto distinto a los demás, y él ya lo notaba desde cuándo se había
levantado. Aitor y Julen, sus hermanos pequeños, le notaban raro al mayor de
los tres hermanos.
-
¿Qué
te ocurre Iker? Te noto un poco preocupado.
-
Hoy
es el día. – dijo con tristeza el pollo – Hoy me toca a mí.
-
Pero
que estás diciendo? – preguntó el más joven de los tres – Iker, yo no le estoy
entendiendo nada.
-
Creo
que ya es hora para que os cuente la verdad, seguidme.
Salieron
del granero y dieron la vuelta en él para poder ver la puerta grande que se
situaba en la parte baja del prado. Dos hombres, vestidas con un chándal y unos
guantes grandes, estaban saliendo de otro edificio donde ellos nunca habían
hablado sobre él. Los dos jóvenes
hermanos se quedaron mirando al edificio, pero todavía no habían caído en
adivinar lo que era aquello.
-
Ahí
es donde llevan todos los pollos cuando llegan al peso adecuado. Es un granero
muy especial para todos los pollos que viven aquí, sobre todo para los que ya
han vivido 80 días. Los baserritarras le suelen llamar “matadero”, pero
prefiero no contaros lo que ocurre, ya que vuestra hora también llegará en su
momento.
Los
tres pollos, se quedaron mirando a sus alrededores, algo que nunca lo hicieron:
“Verde, así es como definiría todo un
ser vivo que ha coexistido con nosotros en estos lugares. Montes repletos de
bosques toman la mayor importancia en este paisaje natural, fuera de grandes
ciudades y evitando las zona más
industriales. Largos y estrechos riachuelos decoran este tranquilo
lugar, dándole un toque de tranquilidad y de relajación. Los vehículos no son
abundantes; estos, al contrario, son derrotados por las numerosas bandadas que
vuelan cerca de las nubes disfrutando de los días soleados. Caseríos y villas
son los únicos edificios que se contemplan alrededor, en excepción de los
graneros y/o invernaderos. Si tuviera que definirlo con una frase, así sería:
El paraíso de un ser donde puede vivir
en paz.”
Iker
y los dos hermanos jóvenes dieron un paseo alrededor del granero pero nadie
dijo nada. Aitor y Julen no tenían ni idea de lo que iba a pasar, y se sentían
muy frustrados.
-
Oh,
no! El baserritara de “Zerain*” ya ha
llegado! Ahora sí, aquí termina nuestra relación, hasta nunca!
Fueron
unas palabras que dejaron a los dos hermanos en blanco. El baserritarra empezó
a escoger los pollos adecuados, aunque estos intentaban huir de él, era
imposible poder escaparse. El jaleo del casero duró casi media hora hasta que
llegó de nuevo la calma.
-
Julen,
no nos podemos quedar así, no volveremos a ver a nuestro hermano!
-
Él
nos ha dicho que llegará la hora para todos, no hay nada que hacer. Acuérdate
que mamá y papá fueron de esta manera, a ese dichoso “Zerain”.
Los
dos hermanos no tuvieron nada que hacer al respecto y siguieron sus vidas sin
el cariño del hermano mayor.
Ya pasaron 2 semanas desde que Iker les
había abandonado pero todavía Julen y Aitor no sabían lo que escondía Zerain.
Mientras los pollos comían, llegó de nuevo un baserritarra, pero esta vez era
uno diferente. No tenía gran pinta de trabajador y se le veía desde el primer
momento que buscaba un pollo especial para él. Dio una vuelta al granero y
encontró a los dos hermanos, comiendo cereales hechas por maíz al aire libre.
-
Estos!
Estos las quiero yo!
Los dos pollos intentaron escapar, pero
no lo consiguieron, metieron cada uno en una bolsa y para ellos el mundo se
convirtió totalmente oscuro para ellos.
22 estudiantes estaban mirando fijamente
a los pollos que habían traído desde los caseríos de Lumagorri. Estos, sin
embargo, parecían estar muy alterador por no poder moverse mucho, ya que
estaban metidos en una jaula de hierro. Los estudiantes fueron pasando uno a
uno acariciando a los pollos, y allí es cuando el profesor Imanol intervino.
-
Después
de tocarlos, ya es hora de que lo cuentes, Maite.
-
Vale,
ahora empiezo
“Hoy os contaré brevemente sobre los
pollos de caserío aquí, en el País Vasco.
Los pollos en el País Vasco son una
alimentación tradicional desde hace mucho tiempo. Los pollos de caserío con
Eusko Label son aves con destino a la producción de carne cuyo plumaje es
rojizo formado con la piel y las patas amarillentas.
Se crían en caseríos con grandes
espacios y prados, con mucho cariño del baserritarra.
Estos son criados al aire libre y con
crecimiento lento. Su alimentación está basada en cereales con mas de un 60% de
maíz. Su madurez hasta el sacrificio es de un mínimo de 80 y su sistema de
producción es la tradicional. Dicho todo
esto, esto nos garantiza una carne sana, jugosa y sabrosa, muy diferente a lo
que estamos nosotros acostumbrados a ver en el mercado.”
Dicho
esto Maite recogió las gallinas y las devolvió a los caseríos de Luma Gorri,
donde pertenecían. Estos, sin embargo, no sabían lo que les ocurriría en esos
días, pero eso, eso ya os contaré en otro momento.
Joseba de la Puente Saizar 3ºB
*Zerain: Exclusivo matadero para la
producción de LumaGorri
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