miércoles, 15 de abril de 2015

1000 kilómetros de ilusión, risas y algún secreto.

Rubén conduce un autobús cargado de emociones, risas, carcajadas y el ansía de la cuenta atrás de abrazar a nuestros amigos de Archidona.
A media mañana llegamos a Granada. Allá nos esperaban los profesores Marisa y Felix del Instituto de Archidona. Avituallamiento en la cafetería Isla, para comenzar la escalada hasta el Albaicín. Desde el mirador disfrutamos de la panorámica de la ciudad que nos aprehende con su hermosura; nos quedamos anonadados con la Alhambra, soñamos despiertos con la fábrica palaciega compuesta de una cadena de volumenes armoniosos, nos arrodillamos ante la majestuosa obra.
Visitamos lasa casas Chapiz, mozárabes de los siglos XIV y XVI. Bajando hacia el paseo de los Tristes, lloré tu ausencia, canturrea un alumno, Granada provoca el canto del visitante. El nombre del paseo se llama así por dos enamorados que no colman su amor deciden unirse en la eternidad arrojando sus cuerpos al vacio.
Aflora desde la humildad de su tamaño el río Darro, y esto nos recuerda que además de lo colosal lo pequeñito también nos acompaña en el viaje y asi parafraseando a Lorca:
" El río Guadalquivir
tiene las barbas granates.
Los dos ríos de Granada,
uno llanto y otro sangre

¡Ay, amor
que se fue por el aire!

¡Ay,  amor
que se fue y no vino!"

Y seguimos paseando por Granada.Fijándonos en edificios monumentales como la Catedral y otras imágenes, otros detalles pequeños de la ciudad, la alternancia de la escala ante nuestra mirada.


Era un niño que soñaba
un caballo de cartón.
Abrió  los ojos el niño 
y el caballito no vió.
Con un caballito blanco
el niño volvió a soñar;
y por la crin lo cogía...
¡Ahora no te escaparás!
Apenas lo hubo cogido,
el niño se despertó.
Tenía el puño cerrado.
¡El caballito voló!
Quedóse el niño muy serio
pensando que no es verdad
un caballito soñado.
Y ya no volvió a soñar.
Pero el niño se hizo mozo
y el mozo tuvo un amor,
y a su amada le decía:
¿Tú eres de verdad o no?
Cuando el mozo se hizo viejo
pensaba: Todo es soñar,
el caballito soñado
y el caballo de verdad.
Y cuando vino la muerte,
el viejo a su corazón
preguntaba: ¿Tú eres sueño?
¡Quién sabe si desperto!
-PARÁBOLAS-
-ANTONIO MACHADO-

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